“… durante una semana no se habló más que de Arlt y de cómo nadie le había pisado el poncho en un país donde se preferían las alfombras.” (J.Cortázar, Rayuela, 127)
“… durante una semana no se habló más que de Arlt y de cómo nadie le había pisado el poncho en un país donde se preferían las alfombras.” (J.Cortázar, Rayuela, 127)