Cualquier parecido…
“El sistema [científico] norteamericano parece fundarse en una premisa: muchos mediocres, con una buena gestión y una metodología rigurosa, pueden ser más efectivos que un genio. Su pragmatismo pone en segundo plano la investigación básica, mide los resultados en patentes y cantidad de papers publicados[…]“
“La industria de la ciencia”, en el suplemento Futuro del Página/12 de hoy que, de paso, presenta un perfil un poco menos romántico de nuestro amigo Vannebar Bush.